El jueves 25 de julio se celebró en América Latina y el Caribe el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente. Esta celebración conmemora el primer congreso en el que se reunieron más de 400 mujeres de 32 países de la región, se reunieron en República Dominicana en el año 1992 para discutir sobre discriminación racial, pobreza, sexismo, violencia y migración. Como resultado de este encuentro, se articuló la RMAAD, Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora, espacio que sigue hasta el día de hoy trabajando por la mejora de las condiciones de vida de las mujeres afro en la región.

Estas celebraciones son una oportunidad para realizar acciones en al menos 4 temas. Primero, enfrentar el racismo y el sexismo que sufren las mujeres afro en contextos de pobreza y marginalidad. Segundo, luchar contra los prejuicios y estereotipos que afectan a este colectivo. Tercero, promover la participación de las mujeres afrodescendientes en el sector público y en la toma de decisiones de sus comunidades. Y por último, en cuarto lugar, demandar a los gobiernos de América Latina y el Caribe el desarrollo de políticas públicas a favor de su integración.