¿Quiénes son los “afropanameños”?
La comunidad afrodescendiente en Panamá está caracterizada por la diversidad cultural de sus integrantes, la cual está estrechamente relacionada con la historia del Istmo. La llegada de las personas afrodescendientes en el Istmo se dio en diferentes momentos históricos.
Durante la conquista y la colonización española de América, miles de miles de personas fueron trasladadas desde África a Panamá como esclavos, en el marco del tráfico y trata transatlántica europea. A este grupo se le conoce como “afro-coloniales” o “negro colonial”.
Posteriormente, a mediados del siglo XIX, migran a Panamá la población afrodescendiente proveniente del Caribe y de las Antillas, debido a la construcción del ferrocarril (vía férrea interoceánica), surgiendo el grupo social o étnico conocido como “Afroantillanos” o “Negro antillano o de las Antillas”.
El término “afrodescendiente” busca generar una imagen positiva de la identidad negra de matriz africana-americana y revertir el uso de términos despectivos como “negro”, “culiso”, “chombo” o “moreno”, que sigue siendo empleado por parte de la población panameña.
https://www.contraloria.gob.pa/INEC/Publicaciones/Default.aspx
https://www.contraloria.gob.pa/inec/Publicaciones/Subcategoria.aspx?ID_SUBCATEGORIA=38&ID_IDIOMA=1
https://www.undp.org/content/dam/panama/docs/povred/undp_pa_afropanamenas.pdf
Perfil demográfico
Ya en tiempos de la colonia, Panamá era un centro multicultural que ha recibido aportes de diferentes continentes, tradiciones y lenguas. La población afrodescendiente de Panamá ha sido un motor desarrollo para el país, pero su aporte muchas veces ha carecido de reconocimiento.
De hecho, desde 1940, no se incluía la variable étnico-racial en los instrumentos estadísticos del país, como los censos y encuestas nacionales, por lo que no se tenían datos oficiales sobre la población afrodescendiente. Debido a las demandas de la población afrodescendiente para reivindicar sus derechos y elevar sus oportunidades de calidad de vida, se incorporó en el XI Censo Nacional de Población y VII de Vivienda de 2010 una pregunta relativa a la autoidentificación étnica de la población afrodescendiente, la cual permitió visibilizar la diversidad étnico-racial del país. Posteriormente, La Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) también incorporó dichas variables en sus instrumentos. Sus resultados permiten conocer mejor el perfil demográfico y socioeconómico de la comunidad afrodescendiente en Panamá.
Según la EHPM de 2017 se estima que el 17% de la población nacional de Panamá se autoidentifica como afrodescendiente. La presencia de la población afrodescendiente se puede encontrar en todo el territorio nacional; sin embargo, las cinco provincias con mayor presencia afropanameña son Colón (41,8%), Darién (24,3%), Coclé (20%), Panamá (18,6%) y Bocas el Toro (15,3%).
Perfil socioeconómico
En términos socioeconómicos, pese a sus esfuerzos a nivel educativo, los afropanameños experimentan altos niveles de pobreza, discriminación social y racial y barreras para el acceso al mercado laboral. Dada esta situación, existen crecientes esfuerzos institucionales del gobierno de Panamá por implementar políticas sociales que favorezcan su inclusión y desarrollo, destacando el establecimiento en 2016 de la Secretaría Nacional para el Desarrollo de los Afropanameños (SENADAP).
Educación y mercado laboral
Los afropanameños muestran un nivel de educación promedio igual o mayor al resto de la población. Sin embargo, experimentan mayor desempleo y perciben menores salarios, en promedio. Esta dinámica es particularmente marcada para las mujeres afropanameñas, quienes cuentan con más años de estudio que su contraparte masculina y que el resto de las mujeres a nivel nacional, pero tienen menos oportunidades laborales y remuneraciones más bajas.
La EHPM evidencia que pese a contar con más años de educación, las mujeres afrodescendientes sufren un mayor desempleo que los hombres, siendo casi el doble. Mientras los hombres tienen un 3,1% de desempleo el 2017, las mujeres tienen un 5,8%. De igual modo, pese a ser más educadas, sus ingresos son un 15% más bajos.
Una buena noticia es que el desempleo ha disminuido mínimamente para la población afrodescendiente entre el año 2015 y el 2017. En el caso de los hombres, disminuyó en un 0,3% (de 3,4% a 3,1%) y para las mujeres en un 0,1%, (de 5,9% a 5,8%).
Ni la distancia a los centros de trabajo (expresada en la tasa de urbanización) ni los sectores de trabajo en los que se desempeña la población afrodescendiente parecen explicar las brechas étnicas y raciales en empleo y salarios, ya que los afropanameños tienden a ser más urbanos y trabajan en sectores similares al resto de la población.
La EHPM muestra que para el 2017, un 81% de la población afropanameña vive en zonas urbanas, casi un 10% más que el resto de la población. Por otro lado, en cuanto a sectores laborales, se distribuyen en tipos de empleo en una proporción similar al resto de la población. Mientras la mitad de los hombres afropanameños trabaja en agricultura, manufactura y máquinas, casi un 45% de las mujeres afropanameñas trabaja en empleos de oficina, comercio y servicios.
Sin embargo, es importante recordar que hay muchos afrodescendiente que forman parte de la economía informal, dedicándose a la llamada “buhonería”, que es percibir un ingreso día a día por la venta al detalle de bisutería, pequeños artículos o comidas (fondas). Como consecuencia, les es difícil acceder a seguridad social, a crédito o cumplir con el pago de impuestos. En términos estadísticos resulta muy difícil obtener datos de esta población, lo cual se hace aún más complejo para quienes viven en zonas rurales de difícil acceso.
Por último, si analizamos las cinco provincias con mayor porcentaje de población afrodescendiente, se observan brechas en salarios a pesar de tener mayor educación en algunas provincias tales como Bocas del Toro, Darién y Panamá y no en otras como Coclé y Colón.